jueves, marzo 24, 2005

Decreto 2687 : Suicidio político

(Buen artículo de Diario el Comercio del día de hoy).
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La desobediencia espontánea mató al feriado

Cuando el presidente Lucio Gutiérrez ingresó ayer al Salón Amarillo para iniciar el diálogo de concertación sobre la crisis de la Función Judicial, lucía cansado, mal dormido. Seguro que no completó ni cinco horas de sueño, al igual que algunos de sus colaboradores cercanos y otros funcionarios del Palacio.

Los efectos de una noche y madrugada agotadoras por el cabildeo político que se suscitó en el Congreso, tuvieran a los inquilinos de Carondelet despiertos hasta cerca de las 03:00, cuando la historia de los decretos que alargaban el feriado de Semana Santa terminaba desgastando al Presidente, política y anímicamente.

Incluir al miércoles y el jueves como parte de las vacaciones no fue una estrategia que el Ejecutivo adoptó con pleno convencimiento. Más bien fue una salida brusca que los sectores legislativos afines a su titular, Omar Quintana, planificaron para evitar que la oposición pudiera autoconvocarse y rechazar la terna de candidatos a Fiscal General, con el apoyo de los diputados de Álvaro Noboa.

El rumor tomó más fuerza en los pasillos del ex Banco Central, donde sesiona el Pleno, y en Carondelet se volvió una posibilidad recién a las 18:00 del martes, cuando la Secretaría de Comunicación tenía algunas instrucciones para armar el primer boletín. Pero se prefirió que Gutiérrez hiciera el anuncio, pasadas las 20:00, durante su discurso por el aniversario del Fondo de Solidaridad.

Los canales de televisión tuvieron que incluir en sus informativos la reciente noticia, mientras que la Secretaría de Comunicación daba los detalles concretos del decreto 2687 que alargaba el feriado “para reactivar el turismo y bajar el nivel de conflicto”.

Ni lo uno ni lo otro. Por la prensa comenzaron a desfilar los diputados, sobre todo de la oposición, denunciando que el verdadero interés del Régimen y de sus aliados del PRE era evitar que el Congreso sesione los dos días que le faltaban a esta semana para que la terna de Fiscal pase por el ministerio de la Ley. Pero el roldosista Omar Quintana, titular de la Legislatura, insistía a Teleamazonas que con el feriado se reactivará el turismo.

En Carondelet las alarmas aún no se prendían. Es más, la rapidez con la cual Gutiérrez adoptó esta decisión puso en duda la realización del diálogo convocado para el día siguiente con diputados, prensa y observadores.

De allí que la primera institución pública en desacatar el Decreto de Gutiérrez fue la propia Presidencia, tras confirmar que la reunión del Salón Amarillo no tenía por qué suspenderse.

El llamado a la desobediencia civil que los alcaldes de Quito y Guayaquil, Paco Moncayo (ID) y Jaime Nebot (PSC), respectivamente, hicieron hacia las 21:00, fue una señal política que comenzó a preocupar a Gutiérrez.

Empero, el secretario de la Administración, Óscar Ayerve, trató de neutralizarla, argumentando que “el Decreto era lo suficientemente flexible como para que las instituciones y las empresas decidan acogerlo o no”.

El gancho al hígado que recibió el Presidente, y que lo tiró a lona en menos de tres horas, vino de otro sector: el financiero. De manera muy cautelosa, la Asociación de Bancos Privados, como ya lo hicieron algunos empresarios, difundió un comunicado por los medios, anunciando que laborarán normalmente.

Sin duda, la declaración del diputado Wilfrido Lucero de la ID, minutos antes a Teleamazonas, motivó ese pronunciamiento. El legislador dijo en su entrevista en vivo que rechazaba “este feriado bancario”, decretado por el Gobierno.

Gutiérrez se preocupó tras esta escalada de críticas y desobediencias que le obligaron a ordenar otro Decreto suspendiendo el anterior.

Ni siquiera estaba redactado el nuevo documento (2688), cuando la misma Presidencia comenzó a difundirlo. “La oposición nunca entendió el mensaje de Gutiérrez, cómo es posible que se llame a desobediencia civil y más aún se juegue con la estabilidad monetaria del país, eso es de irresponsables”, dijo una fuente cercana al Mandatario.

Eran las 23:45 cuando Quintana, en el Congreso, todavía no se enteraba de que el feriado volvía al viernes.

Horas clave

En el swisshotel 20:00 El presidente Lucio Gutiérrez acude al Swissotel para encabezar la sesión solemne por un aniversario del Fondo de Solidaridad. En su discurso anota que para bajar las tensiones y favorecer al sector turístico tomó esa decisión. La Secretaría de Comunicación del Estado, pasadas las 20:30 comienza a difundir los alcances del decreto 2687.

Visita de las FFAA. 20:30 El jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Víctor Hugo Rosero, y otros miembros de la cúpula militar, visitan al presidente Lucio Gutiérrez, quien regresa del Swissotel. Al parecer era una reunión informal y de saludo por el cumpleaños, porque los militares estaban vestidos de civiles. Ahí se pasó revista de los últimos acontecimientos en el Congreso

El argumento oficial 21:00 El sector gubernamental argumentó que el feriado era para impulsar el turismo. Ese criterio tuvo poco eco en otros sectores políticos que más bien señalaban al hecho como una medida para evitar que la oposición rechazara la terna de Fiscal. En los canales de televisión comienzan a aparecer flashes informativos con las últimas reacciones.

Los Alcaldes y su llamado 22:00 Además de las reacciones de los alcaldes Paco Moncayo y Jaime Nebot y de otros legisladores, Álvaro Noboa agita el avispero, al anunciar la ruptura de la alianza con el Gobierno. Carondelet prefiere no comentar sobre la supuesta salida del Prian de la mayoría. Este anuncio es otro ingrediente que precipitó el fracaso del Decreto del feriado.

Fin del feriado 23:45 El Gobierno da marcha atrás con la idea de alargar el feriado, las reacciones contrarias de diversos sectores, pero sobre todo, del bancario y financiero, hicieron que el Mandatario anule el Decreto recientemente dictado, con uno nuevo, el 2688 . El presidente del Congreso, Omar Quintana, reacciona con incredulidad.

El dato

Lo que hizo que el Presidente se decidiera a dar marcha atrás, fue el pronunciamiento de la Asociación de Bancos Privados.