Aunque la "paella valenciana" en su más pura expresión está hecha de ingredientes como el pollo y el conejo, en nuestro país la versión más popular de dicho plato español es la que allá llaman la "paella de mariscos".
En otra de las fantásticas ideas de chlzrta en este feriado, sacrificamos nuestra salida a farrear (en Pta Carnero se presentaba Carlos Ponce así que en lo personal creo que no nos perdimos de nada, sorry muchachas), por algo que no habiamos hecho antes en Salinas.
Ya cansados de Carloncho, La Lojanita y el pescado frito de dos dolares y medio, decidimos comer como se debe. Darnos esos gustos que le dan algo más de sabor a la vida.
Yo moría por una buena comida, obviamente debían ser mariscos, porque la verdad es que ir a la playa a comerte un pollo frito deberia ser penado por la ley. Y en la tercera vuelta por el Malecón decidimos visitar uno de los lugares más conocidos de la ciudad: el restaurant "Mar Y Tierra".
Chlzrta me robo la idea del spaghetti de camarones cosa que no volverá a suceder, pues a la proxima yo lo pediré primero. Es de notar que la combinación pasta+mariscos lleva a mi imaginación poco menos que a navegar en el Mediterráneo. Volviendo a la tierra, Mr.F pidio con gran acierto un arroz marinero que brillaba gloriosamente con su toque de aceite de oliva. Y a mi, pues no me quedo mas que (pobrecito yo), pedir una tradicional paella de mariscos, delicia que no probaba desde hace dos años en la "Tasca de Carlos" en Guayaquil.
Mi paella, arroz de grano largo coloreado, cocido adecuadamente en caldo de pescado llevado hasta el hervor junto al refrito de tomates, cebollas y pimientos verdes y rojos, acompañado en el cortejo por trozos de pescado y calamar, y coronado por los camarones que seguramente habian estado en el mar hasta esa misma mañana, eran rodeados para que no puedan escapar por almejas y por una pequeña mano de pangora que no dejaba de saludarme y de decirme : "Cómeme, cómeme. No te resistas".
Estaba en la gloria. En el cielo. En el cielo de los mariscos.
No quisiera decir nada más, pero la jarra de sangría que nos acompañó merece un punto aparte y sobresaliente, pues no era un vinito ligero de por allí. Tenia cuerpo, muy adecuado para nuestra comida, y solo era suavizado y enfriado por el hielo, las delgadas rodajas de naranja, de limon, y trozos finisimos de manzana.
La travesía de sabores y la conversación acompañada de nuestra sangría duro más de dos horas. Muy agradable manera de compartir con amigos un gran momento digno de recordarse.
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Marisquería Restaurante Mar y Tierra.
Malecon 391 y Calle 37. Salinas - Ecuador.
Spaghetti de Camarones $ 6.25
Paella para una persona $ 12.60
Arroz Marinero $8.75
Jarra de Sangría $12.90
Total incluido impuestos $ 49.41
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