¿Sólo hay una primera vez?

Pequeñísimo tirón de orejas al Piazza Gourmet.
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Siendo la segunda vez que visite el Piazza Gourmet de Aventura Plaza era difícil que se repitiera la experiencia de la primera vez allí. No cualquier restaurante (o café) en esta ciudad se mantiene en el tiempo. Pero fui armado con mucha fe y buena voluntad.

Siempre tengo la costumbre de pedir un plato similar al de la vez anterior y un plato nuevo, y si bien mi compañía quedo encantada, pues la verdad yo, (como decirlo) no tanto.

El ambiente es sumamente acogedor, la iluminación es adecuada, y las líneas del diseño arquitectónico son limpias. Inclusive noté que efectuaron una ampliación al local, lo que me parece excelente pues ya estabamos bastante apretados la ocasión anterior. La gente tambien es bastante agradable, y obvio, tambien hay algo de farándula.

Reconozco que es un café, pero tambien esperaría un carta mas amplia de aperitivos.
Apenas ofrecieron algun coctel, whisky o cerveza. Se solicitó un Grasshopper ($3.50)
y yo preferi una Coca Cola normal ($0.90). Las entradas no las tomé en cuenta, pero el menú muestra alguna variedad de cremas y ensaladas.

La verdad en los cafés es dificil averiguar el tamaño de lo que van a servir. Asi que opte por un viejo conocido, el Sanduche Piazza ($5.50) que reúne prosciutto(espectacular) y salami en un pan similar al de pizza, y viene acompañado por bolitas de queso horneadas con un dressing de mayonesa. Aunque en este tipo de cafes gourmet uno debe "degustar" y no "engullir", fue obvio que el tamaño del Sanduche Piazza se redujo. Sin duda.

Mi acompañante probó la pizza Hawaiiana ($5.50) ... sí, sí me enoja cuando piden algo que se puede encontrar en un Pizza Hut. Son cuatro porciones de tamaño mediano. Y los ingredientes estaban frescos, pero me quedó algo de duda en el uso del mozzarella, no por su frescura sino por su origen. Sabia demasiado ¿cremoso?. Ok, dejemoslo en cuestion de gustos. Tal vez solo le falto tiempo de gratinado.

En los postres radica la belleza del Piazza. La ocasion anterior pedi una porcion de cheesecake de frutilla en salsa de frambuesa, y fue un verdadero sueño por la decoración del plato que combinaba arte en la elaboración del hojaldre y los dibujos de frambuesa en el plato. No esperaba menos esta vez.

Asi que pedimos un helado de vainilla con salsa de chocolate ($3.00) y mi acompañante un mousse de triple chocolate ($4.50). El plato más elaborado fue este último, sobre todo por el esfuerzo que pusieron en la decoración. Plato ovalado, a un costado el mousse con grandes trazos de salsa de frutilla a lo largo del mismo, y azucar impalpable en los bordes (como debe ser). Gran espectaculo son las estrellas de azucar caramelizada.
Mi helado, bueno, era un helado no? . Lastimosamente no pude probar el mousse pero daba buena impresion, al menos a mi acompañante le gustó. Las frutillas de ambos postres eran de tamaño exportacion.

Y no es por molestar, pero no senti lo mismo al momento de observar los postres. No parecían haber sido hechos y decorados por la misma persona que lo hizo algunos meses atras. Es como si los hubiera hecho un "alumno" del chef original. Tratando de copiar, pero no lograba la fluidez notoria en la ocasión anterior. Mil disculpas si no fue asi.

La música falló un poco durante mi estancia allí pues variaba de un disco a otro incoherentemente. Recién cuando llegó el dueño, empezó a sonar Sinatra de manera adecuada. Lastimosamente, y como en casi todas partes, al ojo del amo....

Con otra Coca Cola, y con los impuestos, la cuenta ascendio a $28.50. Interesante experiencia que espero repetir pronto, y ojala se hayan solucionado los fallos. De todas maneras, buen lugar para compartir con las amistades o causar una buena "primera impresión".
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Las fotos se las debo. Pero espero haberlos deleitado con la descripción.