miércoles, junio 01, 2005

Adiós Mamá Rosita.

Pues llevo dos dias sin escribir porque la semana arranco mal.

7 de la mañana de lunes: Mi mama golpea mi puerta.
- "Tengo una mala noticia" (Enseguida pense en mi tio enfermo).
- "Mama Rosita fallecio esta madrugada".
- Chuzo. Esa no me la esperaba.

Mamá Rosita, al ser la mayor de ni se cuantos hijos, se convirtio en la madre que cuidó a los mas hermanos mas pequeños. Entre ellos, el enfant terrible de mi familia quiteña: Mi papa.

Rosita fue de las quiteñas antiguas, de esas que ya definitivamente no hay, que iban a misa de 6 de la mañana todos los dias, y cuando su edad no lo permitio, se levantaba a encender la radio para poder escuchar al cura.

Conservadora primero y luego socialcristiana de la epoca de Ponce Enriquez, admiradora de la alcaldia de Sixto y enemiga a muerte de los monos que lo pusieron de alcalde a Abdala y que lo volvieron a traer otra vez (obviamente me incluia a mi alli porque todos los guayacos somos iguales).

Las anecdotas que nos contaba, y nos seguira contando mi papa sobre ella eran innumerables.

Historia clasica fue cuando ella iba al cine donde habian ido los alumnos de Central Tecnico que se habian hecho la pava del colegio. No le daba pereza en hacer parar la funcion y que encendieran las luces para sacar a mi papa de alli a punta de "beta".

(¿Sabian que en esos tiempos, el conserje del colegio iba a las casas de cada alumno a averiguar porque no habian asistido a clases o a avisar que se habian fugado de alli?).

Y ni se diga cuando ya los muchachos eran quinceañeros y habia dos o tres chicas conocidas que eran frecuentadas por ellos. Mama Rosita recibio el dato de que estaban en el gran bacanal con las "longuitas". No le dio pereza ir a las 4 de la mañana a sacar a los "longos de miershda calientes han de estarsh" de alli y hacerlos bañar en el patio de la casa con el agua tan helada como solo puede estar en la Sierra en la madrugada.

(¿Y alguien olvido cuando relleno un cigarrillo con caca y cuando mi papa dormia se abalanzo sobre el y se lo metio a la boca al grito de "fuma pues, fuma ahora a ver que te parece".?)

Viuda de un militar, peleó contra todo para sus hijos salieran adelante. Y lo hicieron. Compartia eso de ser cariñosa siempre y energica cuando era necesario.

En lo personal, cuando mi papa la invitaba a Guayaquil, yo siempre era su guia oficial. Aparte del afecto que le teniamos, pues era muy chevere hablar con ella. Y pasearla por esta ciudad fue siempre un verdadero orgullo. La ultima vez que vino, la invite al Aroma Cafe luego de recorrer la parte norte del Malecon. Feliz e impresionada de que aca se movian mas rapido que el Moncayo este veras. Y es verdad, con ella iba a donde jamas voy normalmente. A la iglesia.

Cada vez que YO iba a Quito por cuestiones de trabajo, siempre pedia al menos una mañana libre para visitarla. Mis jefes siempre me concedieron esa peticion. Todos. Gracias para ellos. Me encantaba verla.

La ultima vez, ya no la vi bien. Casi no hablaba, y se la veia profundamente apenada. Caminaba por toda la casa, impartia ordenes todavia. Pero habia mucha tristeza en su mirada. Muchisima.
Creo que sus enfermedades ya la habian cansado. Eso escuchaba de ella mi papa, que siempre la llamaba por telefono. Fiel a ella mas que como su hermano, como un hijo.

Cada vez que yo me despedia y me encaminaba a buscar el taxi que me lleve al aeropuerto, siempre daba una ultima mirada al segundo piso de su casa, y alli estaba ella, siempre diciendome adios con una bendicion cariñosa. Hace apenas dos semanas fue la ultima vez. Y esa imagen, y la manera en que abria los brazos cuando llegabamos a su casa es lo que me llevo de ella.


Adios Mama Rosita. Igual mañana jueves te visitaré, como siempre.