2006: Año Sigma

El año que recién terminó, para mi fue como la corrida de un purasangre en un clasico hípico.

Empezó con uno que otro resbalón ocasionado por el barro de la pista que dejó la lluvia, pero poco a poco, el caballo empezó a tomar fuerza, a equilibrarse, a tomar confianza y a avanzar.

A correr, a remontar, a volar.

Y el 2005, sin duda, terminó como año ganador. En casi todas las cosas que importan. Dios, familia, amigos, trabajo.

Faltaron algunos detalles. Y para eso está el nuevo año, para seguir cosechando victorias, y para no dejarse intimidar por las derrotas.

Para eso está el 2006, en que los objetivos principales empiezan con la letra griega Sigma.

Confío que cuando regrese a hacer la revisión de este año, al leer nuevamente este post, los objetivos se hayan cumplido.

Exitos para ustedes también. Feliz Año.